viernes, 20 de noviembre de 2009

BIOGRAFIAS PRINCIPALES INFLUYENTES EN LA ECONOMIA

-Biografía de Max Weber
Max Weber es probablemente más conocido en el campo de la sociología que en el de la economía. De hecho, es considerado por muchos como la más grande autoridad alemana de las ciencias sociales. Sin embargo, sus aportes a la economía son bastante interesantes, al conectar esta ciencia con el ámbito político y el religioso. Weber nació en Erfurt, en la antigua Prusia, el 21 de abril de 1864. Fue el mayor de ocho hijos de un abogado y político prusiano, que provenía de una familia de empresarios textiles. El prestigio obtenido gracias a sus primeros escritos le valió, en 1893, el nombramiento de profesor de economía política de la Universidad de Friburgo y, un año después, la designación en la misma cátedra en la Universidad de Heidelberg. Fue en esta ciudad donde el destino le jugaría una mala pasada. Durante una visita que le hicieron sus padres, se produjo una fuerte discusión entre Max Weber y su progenitor. Pocos días después, éste murió sin que se hubiesen reconciliado. Max se sintió culpable de su muerte. A partir de ese momento sufrió una serie de crisis nerviosas que le implicaron estancias en hospitales e interrupción de su trabajo académico. A tal punto llegaron sus problemas mentales que a la edad de 39 años se vio obligado a abandonar la docencia universitaria, dedicándose exclusivamente a la investigación. Los primeros estudios de Weber versaron sobre temas económicos, algunos de ellos realizados por cuenta de los intelectuales reformistas. En 1904 Max Weber realizó un viaje a Estados Unidos para participar en un congreso. Durante su estancia en ese país, se impresionó mucho con el papel que tenían las sectas protestantes dentro de la sociedad norteamericana, hecho que lo motivó un año más tarde a publicar el libro La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Durante la Primera Guerra Mundial, Max Weber criticó los objetivos expansionistas de su país. Después de la derrota, adquirió influencia política como miembro del comité de expertos que acudió en representación del gobierno alemán a la Conferencia de Paz de París. Max Weber falleció antes de dar término a la que, probablemente, sea su obra más sistemática, Economía y sociedad, concluida luego por su viuda.
-Biografía de Adam Smith
Algunos economistas consideran que la ciencia económica tiene como fecha de inicio 1776, año de publicación del libro La Riqueza de las naciones, y darían a su autor, Adam Smith, el título de fundador. Pero para otros, este nombramiento puede ser exagerado, aún cuando Smith hizo aportes significativos para transformar la economía en una ciencia formal. Adam Smith nació en Kircaldy, una pequeña localidad portuaria escocesa. El día exacto de su nacimiento se desconoce. De personalidad algo tímida, no era muy agraciado físicamente: tenía una gran nariz, un labio inferior saliente y ojos saltones. Él mismo se describió como "hermoso en nada, excepto en mis libros". La contraparte a su físico era su capacidad intelectual. A los 14 años se incorpora a la Universidad de Glasgow donde llega a ser alumno del profesor de filosofía moral F. Hutchison. Luego ingresa en la Universidad de Oxford donde se queda por seis años. En 1748 ocupa el puesto de profesor de literatura en la Universidad de Edimburgo y en 1751 regresa a la Universidad de Glasgow donde hace clases de de lógica y en 1752 de filosofía moral. Smith no era un economista, como se podría pensar hoy, y ni siquiera tenía gran formación matemática; era, antes que nada, un profesor de filosofía moral. Fue en ese ámbito donde se hizo conocido inicialmente y donde adquirió prestigio con la publicación, en 1756, del libro La Teoría de los Sentimientos Morales. Si bien este solo título lo habría hecho pasar a la posteridad, sería La riqueza de las naciones, que publicó veinte años después, el que le otorgaría su fama y prestigio. En 1778 ocupó el cargo de director de Aduana en Edimburgo, puesto que desempeñó hasta su muerte en 1790. En 1787 fue nombrado rector honorífico de la universidad de Glasgow.
-Claude Saint-Simon
Junto a Saint-Simon, otros reformadores plantearon críticas sociales en su época: Robert Owen, Charles Fourier y Pierre Joseph Proudhon se encuentran entre los más conocidos. Este pensadores fueron llamados por Karl Marx "socialistas utópicos", intelectuales con enorme voluntad y no siempre demasiado criterio práctico. Claude Henri de Rouvroy era un noble francés algo venido a menos. A pesar de su extravagancia, reveló agudas intuiciones analíticas sobre los procesos económicos y sociales. A los 16 años viajó a Estados Unidos para combatir en la guerra de la Independencia estadounidense. A su regreso a Francia, ofreció apoyo a la Revolución, renunciando a su título nobiliario. En su famosa Parábola ejemplificó lo que pasaría en Francia en caso de morir la "tecnocracia" y sus cincuenta primeros físicos, matemáticos, poetas, banqueros, carpinteros, músicos, literatos, etc. En total, tres mil personas. Según Saint-Simon, el país caería en un estado de inferioridad frente a las naciones de las cuales hoy es rival. En cambio, si muriera la clase política, sostenía, no pasaría nada. La pérdida del rey, duques, cardenales, obispos, jueces, ministros, consejeros, los diez mil propietarios más ricos, etc., en total treinta mil, a un país sólo le causaría pena, pero de ella no resultaría ningún mal político para el Estado, ya que sería muy fácil volver a ocupar los lugares vacantes. El mensaje que quiso recalcar Saint-Simon es que los tecnócratas son indispensables en una nación y los políticos, prescindibles. Es por esto que propuso un parlamento industrial, una organización económica que utilizara los talentos de la elite científica e industrial.
-Pierre J. Proudhon
Pierre Joseph Proudhon fue un obrero autodidacta francés que nació en Besançon y era hijo de un cervecero; trabajó como pastor y como aprendiz de impresor. Proudhon es uno de los principales inspiradores de las doctrinas sindicalista. En 1840 publicó un texto con un cuestionando la propiedad privada llamado ¿Qué es la propiedad? Su respuesta fue clara: la propiedad es un robo. A diferencia de socialistas posteriores, Proudhon no era partidario de eliminar la propiedad, sino de universalizarla. Él anhelaba el retorno al antiguo esquema de pequeños propietarios en vez de las grandes fábricas post Revolución Industrial. Es por esto que una de sus propuestas principales fue la creación de un banco nacional que prestara sin interés, puesto que consideraba que el acceso al crédito era una de las principales fuentes de desigualdad. En 1848 fue elegido diputado en la Asamblea Nacional. Más tarde, a raíz del fracaso de todas sus propuestas, Proudhon abandonó las vías políticas oficiales y defendió con vehemencia posturas anarquistas.


-John Stuart Mill
Hay pocos autores más difíciles de clasificar que John Stuart Mill. ¿Fue un gran liberal? ¿Un utilitarista? ¿Con inclinación al socialismo? Si intentáramos definir su obra, habría que calificarla de ecléctica, ya que incorporó una serie de doctrinas de distintas corrientes de pensamiento. Por una parte, mantuvo su concepción utilitarista; al mismo tiempo, la mayoría de sus libros son liberales, por ejemplo, de Sobre la libertad. Pero, además, Stuart Mill tuvo influencias de los primeros socialistas ingleses y franceses, cuyos ataques al capitalismo parecen haberlo impresionado. Quizá lo que resume su pensamiento es la tolerancia, lo que le permitió adoptar aspectos de otras corrientes y no caer en dogmatismos. John Stuart Mill nació en Londres, y fue el hijo mayor de una familia de nueve hermanos. Su padre, James Mill, fue un destacado intelectual que lo sometió a una rigurosa educación, destinada a continuar la tradición del utilitarismo y de la teoría económica de David Ricardo. A los tres años de edad comenzó el aprendizaje del griego; a los siete había leído a los más importantes clásicos, y a los ocho comenzó el estudio del latín. Así, a los doce años ya había escrito su primer libro. Este férreo sistema pedagógico, unido a su extraordinaria capacidad intelectual, hizo de él un autor que abarcó gran cantidad de temas, tanto filosóficos como económicos. Son tantos sus escritos, que, por lo mismo, a veces es difícil encontrar una plena concordancia entre ellos. De todos sus libros, Principios de economía política (1848) fue el más leído y el que le dio una mayor reputación en la época. Éste es un completo tratado de teoría económica clásica, política económica y filosofía social. Fue el texto usado por más de setenta años por los estudiantes de economía, hasta ser sustituido por el Principio de economía, de Alfred Marshall.

-Karl Marx
Karl Marx es, sin duda, uno de los personajes que han marcado la historia occidental. No sólo por la fuerza de sus postulados, sino también por la gran influencia en el pensamiento de izquierda y por la cantidad discípulos y seguidores de sus ideas que generó. Su agudo análisis develando la base de las relaciones en que sustenta el capitalismo, sus aportes formalizando la teoría económica en particular en el proceso de circulación de los bienes, el dinero y el capital y la considerable influencia de sus escritos lo convierte en uno de los grandes economistas de la historia. Por cierto sus trabajos tienen errores, como el de todos los investigadores de la ciencia económica, pero que no empequeñecen la magnitud de su obra. Marx provenía de una familia cristiana conversa de clase media. Su padre era un abogado convertido recientemente al luteranismo. Nació en Tréveris, Prusia (hoy Alemania), y estudió en las universidades de Bonn, Berlín y Jena, doctorándose en filosofía en esta última, en 1841. Se casó con Jenny von Westphalen y su padre lo inició en el interés por los primeros pensadores socialistas. Por entonces, estableció una amistad con alguien que lo marcaría de por vida: Friedrich Engels, quien lo ayudaría y apoyaría -moral y económicamente- a lo largo de toda su existencia. Durante su vida, Marx sufrió bastantes desgracias personales, desde el exilio político a la pobreza material.


-Thomas Malthus
Malthus nació en Inglaterra en el seno de una familia rural acomodada. Estudió en Cambridge, donde se graduó en matemáticas y se ordenó religiosamente como pastor de la iglesia anglicana. Fue clérigo y demógrafo. En junio de 1793, Malthus le fue otorgada una beca que le permitió permanecer en Cambridge hasta el año 1804, fecha en que renuncia para casarse. Desde 1796, atendía el curato de Albury, próximo a su casa paterna, y Cambridge. Más tarde, en 1805, fue nombrado profesor de historia moderna y economía política del East India College. La obra de Malthus estuvo marcada por el inicio de la Revolución Industrial. Si bien por una parte este fenómeno histórico permitió incrementar espectacularmente la producción, al mismo tiempo generó hacinamiento y pobreza en las ciudades, y un importante grado de conflicto social. La creciente población urbana, cuyas oportunidades de empleo se redujeron debido al progreso tecnológico, representaba un serio problema para la sociedad. Por otro lado, los sectores más acomodados tenían como principal preocupación el que las ideas revolucionarias francesas pudieran extenderse a Inglaterra. En 1798 Malthus escribió el libro que lo haría conocido, Ensayo sobre el principio de la población, como reacción al optimismo extremo mostrado por autores como Godwin y Condorcet, quienes pronosticaron la eliminación de los males sociales (guerras, delitos, enfermedades, etc.) una vez producida la Revolución Francesa. Pero Malthus no era precisamente un optimista. Por el contrario, el pesimismo lo acompañó durante toda su vida.

-Milton Friedman
Milton Friedman es el representante más conocido de la escuela de Chicago, donde fue profesor entre 1946 y 1976, y tal vez el más férreo promotor del libre mercado que haya existido nunca en la historia Friedman nació en 1912 en Nueva York, Estados Unidos, en un humilde hogar de inmigrantes provenientes de Rumania. Estudio matemáticas y estadísticas en su formación, sintiéndose tempranamente atraído por los temas económicos. A los 34 años de edad obtuvo su doctorado en la Universidad de Columbia, escribiendo su tesis sobre los elevados ingresos que obtenían los médicos debido al protegido sistema de su actividad. Con este trabajo inició su cruzada por liberalizar la economía. Las reformas económicas de Ronald Reagan y Margaret Thatcher probablemente no hubieran sido posibles sin las bases intelectuales construidas por Friedman. Pero su influencia no se limita sólo a Estados Unidos e Inglaterra. En Chile su influencia ha sido muy grande. Esto se explica, por una parte, por la gran cantidad de economistas chilenos que estudiaron en la Universidad de Chicago (producto de un acuerdo con la Universidad Católica de Chile en la década del 50). Además Friedman estuvo en Chile en 1975, para convencer a Augusto Pinochet, que en ese momento se debatía entre el corporativismo y el liberalismo, de adoptar el modelo liberal que finalmente se implantó en este país. De esta forma a Friedman se le considera el padre del modelo económico chileno bajo el régimen de Pinochet. Él no debatía con los demás economistas en publicaciones académicas que poca gente lee, sino que prefería hacerlo a través de medios masivos, como en la columna que sostuvo por largos años en la revista Newsweek o en el programa de televisión que condujo, llamado Libertad de elegir (en el cual luego basó uno de sus libros de mayor venta). Frtiedman siempre vinculó su discusión teórica sobre el libre mercado con alguna propuesta política específica. Por ejemplo, en lugar de simplemente criticar el papel del gobierno en la educación, fue el primero en proponer vouchers (vales) como mecanismo para que las escuelas privadas pudieran competir con las escuelas públicas.

Friedrich Engels

Enviado a Inglaterra al frente de los negocios familiares, conoció las míseras condiciones de vida de los trabajadores de la primera potencia industrial del mundo; más tarde plasmaría sus observaciones en su libro La situación de la clase obrera en Inglaterra (1845).
En 1844 se adhirió definitivamente al socialismo y entabló una duradera amistad con Karl Marx. En lo sucesivo, ambos pensadores colaborarían estrechamente, publicando juntos obras como La Sagrada Familia (1844), La ideología alemana (1844-46) y el Manifiesto Comunista (1848).
Aunque corresponde a Marx la primacía en el liderazgo socialista, Engels ejerció una gran influencia sobre él: le acercó al conocimiento del movimiento obrero inglés y atrajo su atención hacia la crítica de la teoría económica clásica. Fue también él quien, gracias a la desahogada situación económica de la que disfrutaba como empresario, aportó a Marx la ayuda económica necesaria para mantenerse y escribir El Capital; e incluso publicó los dos últimos tomos de la obra después de la muerte de su amigo.
Pero Engels tuvo también un protagonismo propio como teórico y activista del socialismo, a pesar de lo contradictoria que resultaba su doble condición de empresario y revolucionario: participó personalmente en la revolución alemana de 1848-50; fue secretario de la primera Internacional obrera (la AIT) desde 1870; y publicó escritos tan relevantes como Socialismo utópico y socialismo científico (1882), El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado (1884) o Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana (1888).
Tras la muerte de Marx en 1883, Engels se convirtió en el líder indiscutido de la socialdemocracia alemana, de la segunda Internacional y del socialismo mundial, salvaguardando lo esencial de la ideología marxista, a la que él mismo había aportado matices relativos a la desaparición futura del Estado, a la dialéctica y a las complejas relaciones entre la infraestructura económica y las superestructuras políticas, jurídicas y culturales.
No obstante, en los últimos años de su vida se alejó de sus primitivas concepciones revolucionarias y abrió la puerta a un socialismo más reformista, vía que seguiría después de la muerte de Engels su colaborador Eduard Bernstein y que acabaría por imponerse entre los socialdemócratas.

KEYNES, JOHN MAYNARD (1883-1946): economista inglés que ha ejercido gran influencia sobre la ciencia económica burguesa actual; fue profesor en la Universidad de Cambridge, presidente de una gran compañía de seguros inglesa, autor de varios trabajos sobre problemas generales de la teoría económica, de la teoría del dinero y de la circulación monetaria. El libro más difundido de Keynes es el titulado “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero” (1936), en el que se expone la teoría del capitalismo regulado”. La esencia de la teoría keynesiana estriba en que el Estado burgués, con el fin de conservar y consolidar el régimen capitalista, debe intervenir activamente en la vida económica y asegurar elevadas ganancias a los monopolios capitalistas más importantes. Para ello, a juicio de Keynes, hay que fundar y ampliar empresas capitalistas a cuenta del presupuesto estatal, hay que prestar ayuda financiera a los monopolios. No es pequeño el papel que confiere Keynes al desarrollo de las industrias de guerra con el fin de aumentar el empleo de la población y disminuir el crecimiento del paro forzoso. Para llevar a cabo estas medidas, Keynes y sus partidarios proponen elevar los impuestos que pagan los trabajadores, intensificar más aun el trabajo de los obreros. Desde el punto de vista de Keynes, las crisis económicas pueden superarse regulando la circulación monetaria. Para que se eleve la ocupación y se amplíe la producción, propugnaba Keynes que el Estado asegurara el incremento de la rentabilidad del capital disminuyendo el salario real de los trabajadores, redujera el tipo de interés, recurriera a la inflación, mantuviera una política de militarización de la economía a costa de los recursos estatales, aumentara los gastos con otros fines no productivos. Entendía Keynes que el Estado burgués puede reducir el paro forzoso si se regula el consumo, la inversión de capital en la producción y el nivel del tipo de interés. Keynes y sus partidarios (el inglés Beveridge, los norteamericanos Hansen, Chase y otros) se han manifestado como apologistas del capitalismo monopolista de Estado. Los keynesianos creen que para aumentar la producción y el empleo de los obreros hay que asegurar altas ganancias y elevar el consumo no productivo de los capitalistas. Al mismo tiempo, propugnan que el Estado burgués utilice a los desocupados en obras publicas, que han de contribuir a que se incorpore fuerza de trabajo adicional y a que aumente la demanda de artículos de consumo. La idea de Keynes sobre la organización de trabajos públicos obligatorios encontró su aplicación práctica más completa en la Alemania hitleriana. Ahora bien, el que los capitalistas, según recomiendan los keynesianos, aumenten el consumo personal de artículos de lujo no puede provocar ningún aumento significativo de la demanda ni, por tanto, puede influir seriamente en el volumen de la producción. Bajo el capitalismo, los consumidores fundamentales son las masas trabajadoras, y sólo es posible aumentar en gran escala la demanda de bienes de consumo elevando el bienestar de las amplias masas populares, cosa que el keynesianismo no prevé. Carecen de base científica las tentativas de los keynesianos en el sentido de explicar por motivos psicológicos las crisis de superproducción, las fluctuaciones de los precios en el mercado, etc., así como el asignar al tipo de interés un papel extraordinario en la economía del mundo capitalista. Las concepciones económicas de Keynes figuran en la base de la teoría de la “economía dirigida”, teoría difundida en el mundo capitalista y que han incorporado también a su arsenal, los socialistas de derecha y los revisionistas.

David Ricardo (1772-1823)
Hijo de un banquero judío que emigró de Holanda a Inglaterra, fue, ante todo y a plenitud, un inglés de su tiempo. Y no solo por su conversión al cuaquerismo en el momento de su matrimonio, sino por su profunda compenetración con la realidad inglesa de inicios del nuevo siglo.
A diferencia de Adam Smith, en cuyos trabajos se apoyó, Ricardo se preocupó sólo en segunda instancia en averiguar las causas del crecimiento o, si se prefiere el origen de "la riqueza de las naciones". Aunque también se podría decir que sus preocupaciones en torno al crecimiento lo llevaron a interesarse en primer lugar en los factores que explican la distribución de la renta.
Al autor de los "Principios de economía política y tributación" (1817) lo inquietaba especialmente la tendencia de la baja de los beneficios. Tendencia a su entender inevitable en la economía inglesa, pero que podía contrarrestarse con el desarrollo del comercio exterior. No a la manera de Adam Smith, que destacaba el papel de las exportaciones de manufacturas en la profundización de la división del trabajo. Sí a través de las importaciones de cereales baratos que impedirían que suba el salario normal. Y, por ende, facilitarían el aumento de los beneficios y la acumulación necesaria para el crecimiento.
ESTAS FUERON SUS PALABRAS
Para la prosperidad general, no puede considerarse nunca excesiva la facilidad que se de a la circulación e intercambio de toda clase de propiedad, ya que es por ese medio que el capital de toda clase tiene la posibilidad de encontrar el camino hacia las manos de aquellos que mejor lo emplearán en aumentar el producto del país.

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